Historia

En el año 1986, la entrenadora de gimnasia rítmica M. Carmen García Belloso, también conocida como “Chiqui”, fundó el Club Esportiu Kalos Tarragona, llamado inicialmente Club Esportiu Kalos.

El origen de su nombre proviene del lenguaje griego: Kalos se puede traducir como “bello” o “belleza en movimiento”.

La sede del Club estaba ubicada en la Calle Pau del Protectorat, nº 6 de la ciudad, en una gran nave industrial, equipada con dos grandes pistas de entrenamiento, una sala de Ballet, dos vestuarios muy bien equipados, un tatami de judo e incluso con una pared condicionada para la práctica de la escalada.
En el club se podían llevar a cabo múltiples actividades, entre las que se pueden destacar diversos estilos; artes marciales, Judo, bailes de salón, escalada, gimnasia deportiva, etc. pero la disciplina deportiva que sobresalió por su gran interés fue la gimnástica rítmica.

Desgraciadamente, en el año 1997 nos vimos obligados a abandonar nuestro preciado local, por la construcción en ese mismo solar del actual Palau de Fires i Congressos, dejándonos así sin sede donde poder entrenar.
Nuestro local fue derrocado, y durante unos meses, nuestra actividad se vio interrumpida. Parecía que había llegado el fin del Club, tras once años de duro trabajo, pero gracias a un grupo de padres, con unas hijas con mucho entusiasmo por la rítmica, el Club Kalos pudo continuar.

Un grupo de diez gimnastas, de la mano de las entrenadoras Patricia Bello y Carmen Altadill, retomaron los entrenamientos y adoptaron como sede del Club el Centro Cívico de Sant Pere i Sant Pau, de Tarragona. Tan solo disponían de una pequeña sala, o del patio de butacas del teatro del mismo centro.

En la actualidad, seguimos haciendo uso del mismo local, y al mismo tiempo de unas pocas horas en el Pabellón Municipal de Sant Pere i Sant Pau, compartiendo pista con el equipo del club Voleibol Sant pere y Sant Pau.
Las condiciones actuales no son las más óptimas para practicar de este deporte, puesto que no disponemos del espacio adecuado ni de la disponibilidad horaria, ni de la altura adecuada para el local, ni del silencio apropiado para la indispensable concentración de nuestras gimnastas, a las cuales debemos agradecer el gran esfuerzo y sacrificio que hacen para lograr sus hitos, trabajando de este modo tan precario.
Deseamos que en un futuro no muy lejano, con la colaboración de todos, podamos lograr unas condiciones más dignas y adecuadas para nuestras gimnastas.